Habitaba la ingenuidad
Y me daba el lujo de decirte cuanto te quería
Sin llegar a quererte aun.
Y extrañarte con solo cerrar los ojos e imaginarte
Y buscarte sin salir de mi cuarto todos los domingos,
Donde me sentaba a dibujarte,
A pensar en vos e inventarte de mil maneras.
Se llenaron los huecos de aire
Se borraron las huellas al caminar
Y solía cantarte sin ni siquiera molestarme en afinar.
Espere tus respuestas sin animarme a preguntarte nada
Y me creí cada una de mis fantasías,
Y fui tejiendo,
Fui tejiendo entre lo que me dabas y lo que tenía para hacer de vos.
Ya no habito la ingenuidad
Y me da vergüenza decirte cuanto te quisiera querer
Sin llegar a quererte del todo aun.
No te extraño con cerrar los ojos como antes,
Ni salgo a buscarte porque se que no te encontrare…
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