viernes, 16 de octubre de 2009

Y todo fue...

Nos dejo de doler aquella tristeza de duelarnos doliéndonos todo,
Nos dejo de doler el sabernos tan lejos estando cerca,
Nos dejo de doler el perdernos entre nuevos amores,
Nos dejo de doler el caminar sin volver a mirar nuestras huellas.

Y todo fue real,
Y todo fue tan básico entre los dos,
Y todo fue real,
Y todo fue tan sombrío en el final.

Nos dejo de doler cantar las mismas canciones que nos dolieron alguna vez,
Nos dejo de doler la frialdad del desamor en los encuentros al azar,
Nos dejo de doler el olvidarnos de los gestos, los suspiros, los detalles que fuimos desgravando de nuestra memoria.

Y todo fue tan real,
Y todo es tan oscuro cuando te vuelvo a recordar,
Y todo fue tan real,
Y todo fue y ya nunca mas…

El regreso

Y llegas, vienes cansado
Los años volaron tus cabellos; tu sonrisa esta distinta,
Esta distante, algo apagada.
Y llegas, vienes cansado,
Con mas palabras aprendidas, y frases algo pronunciadas entre la resignación.
Y llegas, vienes cansado,
Preguntando por mis días donde te extrañé,
Preguntando por tus días de olvido,
Preguntando por tu felicidad que desapareció un invierno hace muchos años atrás.

Silencios

Calles lejanas, tan familiares para los dos,
Y alrededor un mundo de sueños,
Que duermen y siguen soñando con vos.

Tomar el tren, cruzar la vía vieja y llegar hasta vos,
Como si fueran simples pasos, huellas livianas que se fueron formando entre los dos.

Todo era silencio, todo era silencio,
Un silencio estremecedor, aferrado a las sabanas,
Queriendo gritar, temiendo hablar,
Lo que nunca te dijo su corazón.

lunes, 24 de agosto de 2009

Fantasma Libre

Tenías vida,
Tenías color.
Tenías sonido,
Tenías olor.
Me llenabas mientras me vaciabas,
Me hablabas mientras soñaba,
Y cambiaste mi manera de sentir,
Y cambiaste mis días negros,
Y cambiaste mis tristezas de aquellos tiempos.
Tenías tanto, tanto pero tanto,
Pero en realidad no tenías nada.
Solo fuiste una fantasía en mi submundo irreal.
Te di tanto sin saber por que,
Sin llegar a darte nada.
Tenías silencios,
Tenías una melódica voz,
Viniste despacio,
Y ahora volves cuando ya no queda nada de vos…

miércoles, 22 de julio de 2009

Inmóvil

Balanceándose en la misma baldosa
Baldosa floja, quebrada en una calle sin pisar aun.
Y mis pies se levantan levemente
Y mi muslo derecho se copia del izquierdo e intenta alcanzarlo.
Balanceándose en la misma baldosa
Intento seguir por un camino que aun no se invento
Y miro hacia atrás y no veo nada.
Estoy quieta, inmóvil,
Solo pensando en vos,
Mientras sigo balanceándome en la misma baldosa.

jueves, 9 de julio de 2009

De una buena vez y para siempre

No extrañarte,
saber que ya no estas
dejar de pensarte pensandote
y saber que te fuiste de una buena vez y para siempre...

Esto es no extrañarte?
Recordarte sin estar triste,
y pensarte de vez en cuando,
y saber que fuiste y en algun sitio quedaras...

No extrañarte,
saber que ya no estas
dejar de soñarte mientras me despierto,
y saber que te fuiste de una buena vez y para siempre...

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Victoria?

¿Dónde guardara las huellas de tantas idas y venidas
Entre su desesperación, y tanto mal de amor?

¿Dónde quedaran todas las ilusiones que nunca se levantaron de esa cama,
Y los celos escondidos bajo sus sábanas,
Y el rímel que manchaba su almohada mientras él dormía tan allá, bien lejos?

En la misma derrota de saberlo perdido, esta la victoria.
En la misma derrota donde se cierran sus puertas, se abren nuevas ventanas.
En la misma tristeza de saber que se fue, la única posibilidad de regresar…¡esa es la victoria!

martes, 26 de mayo de 2009

Y mientras tanto...

Mientras tanto,
mientras estas,
mientras seguis porque te retengo,
me lleno de mientras tantos que estan vacíos.

Mientras tanto,
mientras se que me dejas de amar,
mientras te alejas cada segundo un poquito mas,
me encuentro con mientras tantos que aparecen y no se van.

Mientras tanto,
mientras me aferro a cada uno de mis recuerdos,
mientras sueño con vos y te invento cuando te necesito,
mientras tanto se nos hace eterno.

Y mientras tanto,
seguire abusando de mis mientras tanto,
hasta que llegue el final donde se muera el sol,
y deje de necesitarte,
de buscarte,
de encontrarte donde ya no sos vos...

viernes, 22 de mayo de 2009

Abriendo los ojos - Cerrando los ojos

Abro los ojos y te veo
mas lejos, un poquito mas lejos.
Cierro los ojos y ahi estas,
mas cerca, un poquito mas cerca.

Ya llega el día y la noche,
que haran que me pierda abriendo y cerrando los ojos
para no extrañarte tanto.

Ya llega el día y la noche,
donde te voy a buscar soñandote,
y te voy a recordar dibujandote,
y te voy a llamar en silencio desde mi habitacion.

Llega la noche lejana,
y me va a traer de recuerdo cada uno de mis intentos de olvido,
y la sensacion de sentirme vencida,
y la perdida de resistencia al haberme enamorado.

Abrir los ojos y que no estes mañana,
para poder cerrar los ojos y seguir soñandote...

martes, 12 de mayo de 2009

Azul Oscuro

Noches pintadas de azul, de un azul casi negro. Aquí estoy, preguntándome por que sigo estando. ¿Por qué no me llevaste con vos? ¿Por qué no me fui cuando te fuiste de mi?

De vez en cuando, me llega la sensación de querer darle una secuencia a estos pensamientos que nacieron desordenados, e intento con las pocas fuerzas que tengo, de darle un sentido a lo me invade, me perturba.


Te amo y te odio. Amo tanto odiarte de vez en cuando. Odio tanto seguir amándote y no poder disfrutarte, ni tocarte, ni sentirte.

Te amo y te odio. Amo un poco la sensación de amarte al saber que ya no estás, que no vas a volver, que con el tiempo vas a alejarte más y más. Se retuercen las entrañas, que de vez en cuando te extrañan, y preguntan por vos, por el amor que sentí una tarde yendo a tu casa, con miedo, con ganas, con muchas ganas…


Quiero cerrar los ojos y dormir. Dormir. Dormir. Cerrar los ojos y creer que todo va a desaparecer, pero que no se vaya la sensación de haberte amado alguna vez. Impreso en el aparato psíquico que me sigue bombardeando en los huecos oscuros, ahí te dibuje en el cuerpo, sumandote a mil representaciones y huellas de eso que no se va jamás. Al final del día, parezco una maquina que hizo hizo hizo, siguió, y solo en sus descansos, los huecos oscuros se llenan de vos. Que el río fluye es cierto. ¿Por qué resistirme a nadar en el?


Noches pintadas de azul. Ahora extraño todas las noches que no nos dimos. Ahora si extraño la sensación de admirarte por aquello que no entendía pero pasaba. Ahora si extraño el sabor de esos besos que no me dabas, y tu mirada siempre esquiva, siempre tan lejos de mis ojos. Entenderte. Rechazarte. Retenerte. Libertad. Soledad. Dolor. Tristeza. Te echo de menos.


¿Quien es aquel? ¿Aquel que me habla tan suave, tan despacio? Tan delicado que me da miedo que conozca mis miedos. Saber y sentir que lo voy a arruinar. Saber y sentir que en el futuro me va a doler, me va a lastimar, que voy a sentir culpa, me voy a sentir mal. Aquel, que camina despacio y deja huellas profundas en mi cuerpo, en mi piel. Aquel, que diciéndome casi nada me desnuda mis miedos y me muestra lo que no quiero ver. Aquel, que sostuvo con sus silencios, mi cuerpo que se fragmentaba, que se desvanecía por tu ausencia. Te extrañe tanto, te extrañe tantísimo. Y de tu azul, azul oscuro se fue aclarando algo y ahí llego el índigo.


No es la tristeza de echarse a llorar, ni la tristeza que acompaña el acto de retorcer pañuelitos viejos, ni la tristeza de sentir vacío en el corazón. Es la sensación de sentir que se hace inacabable lo acabado, de sentir que se tornan palabras los meses de silencios, de sentir que los pies te buscan aunque no los acompañe la razón. Sentir que estas ahí en la esquina, y me ves, te veo, y seguís ahí. Y yo me muevo, voy hacia vos, y vos seguís ahí. En la misma baldosa, sin moverte.


Índigo. Verde. A veces naranja. Un espejo que me muestra en palabras lo que soy. Solo soy palabras que mueren al desprenderse de mis labios. Otro vacío en el corazón que no se va a saber llenar jamás. Otra pérdida perdida en el tiempo. Otra marca, otra estrella que se va a apagar por siempre, aunque vuelva a salir el sol.


Azul. Viajando y pensando ahí se cruzan las sorpresas. Y sonrío, y disfruto de cosas ajenas que dejan de ser el fondo y se hacen figura. Y pienso en regalártelas, y pienso en llenarte de cosas que me doy cuenta que no te voy a llenar. Azul oscuro, que mezclado con amarillo se hace verde, no azul claro. Los hombros se caen despacio, sabiendo que a veces el esfuerzo no tiene mucho sentido.

Lo distinto nos da miedo. Ya no trato de tapar con mis manos todos los sentimientos que afloran y vuelan. Se escapan y los dejo volar. No me da miedo sentirme triste aún siendo consciente de mí. No me da miedo quererte, aún sabiendo que jamás vas a volver a estar. No es miedo. Es nada. El todo a veces se hace nada, y la nada nada hacia un algo, que la saque de esa nada. El nada no siente tristeza, el nada no siente miedo. El nada no siente nada.


Mi cuerpo fragmentado color índigo. Que raro es extrañar a alguien que no conociste. Que extraño es extrañarlo sin ni siquiera haberlo tenido. Y él se parecía bastante a vos. Él tenía miedos, que eran distintos a mis miedos. Él también estaba triste por un viejo amor. Él sabia calmarme cuando nada me calmaba. Él sabía llenarme, mientras te ibas y me vaciabas. Índigo. Mezcla de mi azul oscuro y azul claro. Un color inventado. Inventándolo para poder seguir.


 Una mesa de madera. Un poco rallada, y con una pata coja. Mis manos se escondían debajo de la mesa, porque temblaban y no sabían quedarse quietas. Lo miraba. Miraba mis manos. Lo miraba y miraba que no mirase mis manos. ¿Quien tiembla tanto solo por estar en silencio? Nos separaba la esquina de la mesa, y mis manos se escondían, mientras tragaba mas saliva para disimular mis nervios.


Mis manos se escondían, pero las suyas no paraban de bailar en el aire que nos juntaba, que compartíamos en esa habitación. También estaba nervioso. Creo que eran esos nervios que se amontonan, por tratar de ocultar que uno esta nervioso. Despacio, despacito y casi lento, sus manos se movían de un lado al otro, mientras las mías se escondían debajo de la mesa.


Shhh. Shhh. A ver si me escucha. ¿Me escuchas? ¡Si lees mis pensamientos tose! ¡Ay! ¡Que tonta! Es obvio que no lees mis pensamientos. Entonces puedo seguir fantaseándote. Que boca finita tenés. ¿Cómo besaras? Pero… ¿pero si lees mis pensamientos y para ocultarlo no tosiste? ¡Que estúpida! Es obvio que si lees mis pensamientos no me lo vas a decir. Bueno, entonces quiero decirte que no te estaba fantaseando. Era una broma, un chistecito. Obvio, más que obvio.


¿Qué hacemos que nos separa una mesa? Un simple rincón. Un salto corto, y podría saltarte a la yugular. Y me tirarías al suelo, me gritarías “nooo, estas confundida. ¿Qué te esta pasando?”. Me sentiría pésimamente mal, y tendría que meterme debajo de la mesa, como lo hacen mis manos en este momento.


Te miro y busco en tus pupilas algo de mi. Algo de mi se fue con él. Antes tropezaba con mis errores, pero todo me era nuevo. Antes las cosas me dolían, y no tenia con que compararlas, entonces no sabia que eso era dolor, que entraba en una balanza, donde mediamos el grado en que me pesaban las cosas. Lo bueno y lo malo. El negro y el blanco. Él siempre tan gris. Antes, antes no había un antes que me podía servir de parámetro. Antes no había nada, y esa nada se volvía mi todo, todo el tiempo. Pero después, después llegaron los enojos, comparados con un antes, un antecedente del amor. Después llegaron las decisiones, llegaron las elecciones, el confrontarme con seguir despierta a mis sueños, y cada tropezón, cada pinchazo en mis burbujas de ilusión. Después todo se trataba de buscar antecedentes, porque para eso estaban los antecedentes. Pero después, después era todo más intenso. Antes, el río seguía su curso natural, sin entenderlo. Después, yo era el río.

La necesidad de salir a buscarse cuando nos pierden. Esa necesidad absurda de que nuestro amor sea puro anacronismo. Esa necesidad de vaciarme de recuerdos, que sigo y sigo construyendo. ¿Cuándo se terminaba el enamoramiento? Una vez nos separó la esquina de una mesa de madera, y otra vez una despedida en una esquina. Y caminando, caminando perdida sintiendo que mis pasos iban borrando sus huellas.


Dos. Tres. Cinco. Al final nos encerramos en un cuadrado que se volvió un circulo. Estás en el centro y no encuentro un vértice donde meter una mano y sacarte, arrancarte de una buena vez. Círculos como nudos Borromeo que siguen enlazándose. Ahí donde no había nada, ahora hay cuatro. El cuarto nudo que es un síntoma. Un síntoma de esos que no duelen, un síntoma de esos que casi ni se sienten, y se hacen crónicos, y aprendes a convivir con él, y disfrutas de su estadía. Si no está, dejas de existir.


Cuanto silencio. Hablamos algunas horas, y la mesa nos seguía separando. Jamás iba a saltarle a la yugular, pero creo que él también lo pensó. Pensó que le clavaría mis dientes afilados, buscando saciar mi hambre. Por fuera era lo correcto. Prudente y sereno como el color índigo. Yo dejaba de ser multicolor, para volverme un rojo enfurecido.


Extrañaba el azul. Un índigo no es un azul. Un índigo es calma, serenidad, sabiduría, proyección, pero no es azul. Ese azul que un día se volvió casi negro. La noche era casi negra caminando de regreso. Y esas pisadas que nos hacen casi levitar, y seguir, seguir caminando mientras el fondo se va borrando, se va haciendo azul casi negro.


 Él sabia. Ella sabia. Todos sabían. Todos sabían que se sabia pero tenían que hacer que no sabían. Él sabía que ella sabía que él también sabia, pero no podía hacer mas. Como mirar la blanquedad de la pared, y ver bien de cerca todas las arañitas, las imperfecciones, las líneas que subían y de pronto desaparecían finamente. Mirar la blanquedad de la pared, y sentir frío atrás. Una pared totalmente calida, que no la despreciaba, no la rechazaba. Una pared que la sostenía, la protegía, y atrás el caos, el desorden, los errores, los miedos, gritos, peleas, olvido, celos, y el resto del cuarto.


Todo, todo menos él. Tantas hojas, y tantas horas invertidas, para hacer que el corazón pierda la razón y caiga en el sinsentido de los enamorados. Que desperdicio. No. No. No va a pasar esta vez. Prometí que no va a pasar otra vez. Promesa sin cumplir, que ocasionó semejante tsunami.


Y ahora, después, me encuentro con esa promesa y ya no me sostiene la pared. Tratar de cortar con los puntos suspensivos, buscando algún día sacar uno, y con el tiempo, cuando haya sanado un poco el dolor, sacar el otro y que llegue mi punto final. Duele que las cosas un día nos dejen de doler, de importar, que dejen de ser círculos, y se conviertan en algo lineal, y tener que terminar la infinitud de puntitos que lo hacen, para un día dibujar el punto final.


Vamos a saltar en el tiempo, y seguro ya no me voy a acordar de lo que sostenía el lápiz en esos puntos suspensivos, en ese no saber por que estás cuando ya no estás, por que no te vas si te sigo echando de mil maneras, por que aunque te borre, seguís estando en esos puntitos.


El día que tu rodilla se metía juguetonamente entre mis rodillas, el día que nos separaba un espacio de aire que no decía nada, y me invitabas a acercarme a tus brazos, y yo quería abrazarte las piernas, el día que me miraste en silencio, y en silencio me dejaste de amar, y en silencio supe que me estabas dejando de amar, que te estabas despidiendo, que te estabas despidiendo para siempre de lo que sentiste alguna vez por mí. En silencio, tocaste mi pelo despeinado, enredado como la raíz de la enredadera, la raíz de mis pensamientos turbios, y en silencio me demostraste todo el amor que conocí en la vida. Sentimos el amor solo en la despedida, o eso parece a veces. Eso fue amor. Tu silencio, tu mirada diciéndome adiós, tal vez pidiéndome perdón y sabiendo que me ibas a doler, que el adiós me iba a doler. Así me miraste.


Llueve, y las gotas se aferraron a la ventana y las veo caerse. Me da tristeza. Soy como una gota, que no quiere seguir el curso natural hasta caerse. Soy como una gota, que resiste y trata de pegarse al vidrio, y sabe que le quedan segundos, y va a caerse. Resistencia. Que pérdida de tiempo.


Los labios se besan, el de arriba y el de abajo, se besan y empiezan a hablar. La voz no sale, pero están hablando, hablándote todo el tiempo. Llego a la esquina y me detengo. Todo alrededor pasa demasiado rápido y es de noche, y para mí oscureció más de la cuenta. Mi voz no sale, pero te estoy hablando. Te estoy diciendo que sigas caminando, que no mires atrás. Y en ese entonces, cuando ya hicimos unas tres cuadras, me doy cuenta que estoy corriendo sin ir tan rápido. Me voy, como levitando, y todo en el fondo se pinta de azul oscuro casi negro. Andando, voy desandando todo mi camino hacia nuestro amor. Andando, voy desandando las mismas calles que un tiempo atrás disfrutaba tarareando. Andando, andando de prisa en la oscuridad.


No pude cambiar mi fantasma, parece que es algo estructural y por lo visto te convertiste en el agua, mientras yo soy el río.


Te vuelvo a dibujar, te vuelvo a dibujar con las mismas y perfectas imperfecciones, y el azul es casi negro en tu interior. Te vuelvo a dibujar, sabiendo que te volviste a enamorar, sabiendo que nunca me vas a volver a amar, y te vuelvo a dibujar.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Volvemos

Nos volvemos a enamorar,
Y me descubro ahí donde puse tanta resistencia al sentir.
Nos volvemos a equivocar,
Aun sabiéndote ya perdido,
Aun sabiéndote en el olvido.
Duele la ausencia de tu mirada en unos nuevos ojos,
Que me dan tranquilidad,
Silencios, y demasiada paz
Duele la ausencia de tus abrazos en una nueva piel,
Un nuevo cuerpo por conocer.
Nos volvemos a enamorar,
Y me descubro extrañándote con felicidad.
Nos volvemos a equivocar,
Y te siento muy adentro mío y no es tan fácil sacarte de ahí,
Y te siento muy cerca de nuevo a la vez que siento que jamás voy a volver…

Calles

Las mismas calles llenas de silencios
Y el sol que se apodera de los sueños y les da tranquilidad
Y a lo lejos veo tu hogar,
Distante, quieto, ahora ajeno para mí.
Las mismas calles como una piedrita jugando a la rayuela
Y todo alrededor es silencio y escuchar algún pájaro cantar
Y a lo lejos veo tu hogar,
Que ahora me da tristeza,
Que ahora me es tan frío,
Pero sigue en la misma calle…

Inventario de fantasías

Habitaba la ingenuidad
Y me daba el lujo de decirte cuanto te quería
Sin llegar a quererte aun.
Y extrañarte con solo cerrar los ojos e imaginarte
Y buscarte sin salir de mi cuarto todos los domingos,
Donde me sentaba a dibujarte,
A pensar en vos e inventarte de mil maneras.
Se llenaron los huecos de aire
Se borraron las huellas al caminar
Y solía cantarte sin ni siquiera molestarme en afinar.
Espere tus respuestas sin animarme a preguntarte nada
Y me creí cada una de mis fantasías,
Y fui tejiendo,
Fui tejiendo entre lo que me dabas y lo que tenía para hacer de vos.
Ya no habito la ingenuidad
Y me da vergüenza decirte cuanto te quisiera querer
Sin llegar a quererte del todo aun.
No te extraño con cerrar los ojos como antes,
Ni salgo a buscarte porque se que no te encontrare…

jueves, 12 de marzo de 2009

Viento

Llegaste para mover mis pies de la tierra,
para animarme a caminar sobre mis miedos,
para empujarme a seguir siempre adelante,
para deslizarme en el camino sin mirar atrás.

Llegaste liviano pero cargado de recuerdos
y me soplaste miradas que arrasaron con mis tristezas
y me dijiste palabras que nunca pronunciaste
y me inspiraste a sentir aun no creyendo.

Llegaste ligero pero sin prisa
sin saber por que llegaste, ni de donde venias
y sin saber que te esperaba,
te reconocí cuando flotabas en el aire.

Llegaste como el viento tranquilo
pero que va dando empujoncitos de fuerza,
y cada respiración tuya abría una pausa en mis días,
y llegaste pero sos como el viento pasajero,
que seguirá de largo sin saber lo que deja...

domingo, 8 de marzo de 2009

Era inevitable

¿Era inevitable que me querías?
Querías la idea de saberte querido,
aún cuando me empujabas todos los días y me alejabas más y más.
Querías la idea de saberte reconocido,
aún cuando no te fijabas todo lo que te quería mostrar.
No fueron necesarias mis palabras,
no fueron necesarios mis sueños,
no te intereso conocerlos,
ni escucharlos,
no compartirlos.
¿Era inevitable que me querías?
Nunca te voy a llegar a entender tu manera de querer...

Un nuevo amor

En aquel entonces no pude aceptarlo,
en aquel entonces lloraba la partida de mi primer amor,
y no me permitía reconocer que me había enamorado de alguien nuevo.
En aquel entonces, pasaba mis noches pensando,
sintiendo culpa por volverme a enamorar.
El aquel entonces vuelve hoy,
y lo acepto pero no lo entiendo.
Y me paso las noches pensando en donde esta mi amor,
que no vuelve por mí,
que no me necesita,
que no me extraña,
que no le interesa si me enamoro de nuevo...
¿Tan poco amor habia?

Recién ahora

Poco más de un mes sintiendo tu falta,
Y en el aire aun flotan tus carcajadas.
Ahora veo como me gusta
Lo que tanto me disgustaba
Ahora entiendo el sabor amargo del desamor…
Poco más de un mes peleando con tus mentiras,
Y los días juegan a la rayuela en el patio de mi corazón.
Ahora se cuanto no te quise,
Pensando en que no eras el mejor.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Los días que nos separan

Días que pasan de largo sin culpa
Días sin ruido, peleas, gritos, ni silencios.
Días donde no hay espacio para la confusión, los miedos ni mi llanto.
Días que nos alejan mucho mas de aquel último día que nos dijimos adiós.
¿Que son un par de días que se van corriendo tras el viento?
Días que se fueron y nos trajeron nuevos cuerpos.
Días pesados de llevar que se hicieron livianos con nuevas sonrisas
Días que se olvidaron de mi prisa por olvidarte y siguieron andando nomás.
¿Que son un par de días que se van corriendo tras el viento?
Días que se van y los miro pasar,
Días que nos alejan cada milisegundo más y más,
Días, días que siguen al anterior,
Días que se suman y se amontonan,
Y me olvido la cuenta de que día es hoy…

viernes, 20 de febrero de 2009

Sigue lloviendo

Es la lluvia y las gotas que me recuerdan a vos,
Las gotas desprendiéndose lentamente en el borde de la ventana
Como cuando nos despedíamos cada uno en su cama,
Con la habitación a oscuras y mis ojos casi cerrados.
Me daba miedo dormir y soñar,
Y el vértigo de todo lo que había afuera sin saber
Y tantas veces gritaba y ahí estabas,
Tratando de calmar mis pesadillas,
Tratando de silenciar mis miedos,
Tratando de conciliar mí sueño de nuevo.
Es la lluvia y el olor a lluvia que me recuerdan a vos,
Como pasajes viejos de años atrás,
Cuando leía lo mismo que leo ahora,
Y llovía, y te extrañaba, y te pensaba
Mientras afuera seguía lloviendo…
Como sigue lloviendo ahora…

miércoles, 11 de febrero de 2009

Un genocidio a mis "peros"

¡Despertate! ¡Afuera nos esperan! Las oportunidades y siempre las ganas de volver, siempre el temor a perder...aquello que nunca llegamos a conocer…
¡Arriba! Y sacate esa piel que llevas, y si salimos desnudas nadie lo va a notar, porque nadie mira en nuestro interior. No tengas vergüenza de tus huecos, que no se van a llenar ni con un hijo. No tengas pudor por esas imperfecciones que los años van a hacer perfectas cicatrices de viejas batallas…
¿Qué haces aún ahí? Parada, y pensando sin ni siquiera despegar tus pies? Ya lo llamaste pero no atendió. Ya te despediste de aquel, aunque no se haya ido y no se vaya jamás. Saca tu pie de donde esta y movelo solo un centímetro, solo un centímetro mas. Ahí empieza tu futuro, ese que ya viviste aunque sea con el pensamiento, aunque sea con la imaginación.
¿Miedo? ¿Miedo a decidir doblar a la derecha, cuando todo esta a la izquierda? ¡No! Siempre podemos doblar en cada nueva esquina, y vamos a poder llegar. Solo seguí moviendo tus pies, como un titiritero, y tal vez mañana le cuentes a él lo que ahora te estoy diciendo yo, y tal vez mañana le susurres a él, lo que te morís de ganas de gritar hoy…
¡Que bueno! ¡Salir y tirar la llave! ¡Eso no es cosa de todos los días!

jueves, 5 de febrero de 2009

¿De que sirve?

Mis emociones atrapadas como en un laberinto,
Donde intento buscarte y me pierdo un poco más,
Y me encuentro con mis miedos
Que me persiguen cuando no estas.
Mis emociones arrinconadas como en un callejón sin salida,
Donde intento olvidarte, y te recuerdo un poco más,
Y me encuentro con mis inseguridades
Que me critican cuando te vas.
Mis emociones y mis razones como en un ring de boxeo,
Donde no cuesta tanto el enojo, cuando se que estoy perdiendo…

Como...

Como despertar y salir a perderte,
Como buscarte para despedirme,
Como olvidar que tenia que recordarte un poco mas…
No tenía sentido la búsqueda
De las causas perdidas y aburridas…
Como soñarte y que seas real
Como conocerte mientras te vas,
Como que me dejes de recuerdo un adiós…
No tenía sentido la búsqueda,
De las causas perdidas y aburridas…

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mariposas

De libélula a mariposa,
Y no fue una mariposa,
Sino una invasión de mariposas estomacales
Que no me dejaban dormir, ni soñar, ni nada que no fuera pensar en vos.
De desconocidos a amigos,
De amigos a amantes,
Y tu amor que invadió mi corazón seco y áspero.
Fui bajando escalones,
Fue sacándome las prendas de mi antiguo uniforme,
Y fui desandando mis pasos por el mismo lugar,
Y a oscuras siguiéndote sin saber a donde me ibas a llevar.

Peliculas ajenas

El cine como un cuarto oscuro;
Películas ajenas de terror que se parecían a mis miedos
Y afuera lo que también había adentro,
Y la extrañeza de saberte perdido todo el tiempo,
Cuando te tenía al lado.
Preguntas correctas pero abortadas en cada noche
Y desangrando equivocaciones nos fuimos olvidando más y más…
El cuarto oscuro y tus silencios
Que seguramente callaban mis quejas y mi llanto
Y la falta de entusiasmo de la rutina que nos invadió,
Y la falta de entusiasmo del presente cuando se hizo pasado.
Películas ajenas de terror que se parecían a mis miedos,
Y siempre afuera lo que también pasaba adentro,
Y el vacío que pesaba en el cuarto,
Y el vacío que tapo todo lo que había de nosotros dos…

Primero

Mientras caminaba sin dejar rastro de mis huellas,
Apareciste sin saberlo,
Y traías un par de canciones en tu mochila a cuestas,
Y cierta tristeza en el borde de tus ojos,
Que se escondían mostrando tu mirada inquieta.
Mientras la aguja del reloj me corría por las noches,
Apareciste sin saberlo,
Y no tenías color propio más que el que te iluminaba en el túnel por el que andabas
Y tu delicadeza te hacia distinto,
Como resistente al olvido, y con cierto aire de niño dolido.
Mientras seguía dando saltos en mis sueños,
Apareciste sin saberlo,
Y cuando puse pausa en mis días, ahí estabas…
Callado pero gritando por dentro
Con la mirada fija y con unos labios sin dueño,
Como al costado haciendo dedo,
Vagando sin encontrar el camino,
Y confundido te fuiste metiendo en mis sueños…